Hay que darle un impulso vital al mantenimiento vial


Opinión
martes 05 de marzo de 2024

Gobernación de Boyacá


Las comunidades pueden optimizar los recursos públicos y generar su propio empleo.


Para nadie es un secreto que el desarrollo de los territorios pasa por la calidad y cantidad de carreteras primarias, secundarias y terciarias, que no solo tengan, sino que estén en buen estado.

Para que esto sea posible, el Estado en sus diferentes niveles, debe hacer cuantiosas inversiones en la planeación, ejecución y puesta en servicio, ya sea en forma directa a través del Instituto Nacional de Vías o mediante concesiones contratas por la Agencia Nacional de Infraestructura.

En el proceso se tienen que adelantar costosos estudios técnicos, conflictivas gestiones ambientales, superar difíciles condiciones climáticas y, hasta, poner en riesgo la vida de operadores de maquinaria en intrincados trabajos de remoción de tierras, en lugares alejados de sus amadas familias.

(Gobernación de Boyacá)

La superación es estos aspectos, que deberían ser suficientes para que todos los actores viales, tomáramos conciencia que hay que cuidar no solo los cuantiosos recursos públicos ejecutados, sino las propias calzadas, con todas sus obras de ornamentación y elementos de señalización, pero la triste realidad es que esto no es así.

Como si no tuviésemos sentido de pertenencia, amor por lo que tanto hemos esperado y cuidado con lo que evidentemente transforma la vida de campesinos, estudiantes, transportadores, comerciantes y turistas, entre otros sectores, nos dormimos en los laureles esperando que la Nación, Departamentos y municipios, se encarguen de retirar una obstáculo que cayó, desviar corrientes de agua que se salieron de su cauce o, simplemente, desmatonar los alrededores, esperando que los que las construyeron les hagan mantenimiento, como únicos responsables.



Como la situación no está para matar gallinas y botar los picos, se hace necesario y urgente, que ahora que están en boga las denominadas Alianzas Público Privadas Populares, se le ponga remedio a esta cruda realidad, mediante la contratación de dicho mantenimiento con organismos comunales, especialmente de la jurisdicción, para que ayuden, así se pagándoles, a mantener las vías que al fin al cabo son suyas, con lo cual de paso se generaría empleo e ingresos para sus menguados presupuestos.

Esta decisión sería un camino expedito a la cultura del que ‘quiera celeste que le cueste’, con asistencialismo bien ganado, dejando de lado la nefasta práctica de que todo me lo tiene que dar el Estado y sin ningún esfuerzo.



Para el caso específico de Boyacá, esto cambiaría radicalmente la situación de los cerca de 17.820 kilómetros de vías de los cuales (1.670) son nacionales, (5.484) departamentales y (8.617) municipales, muchos de las cuales no tiene dolientes a los pocos meses de su construcción, amenazando con volver a ser intransitables antes que se venzan las pólizas de estabilidad… En síntesis, la Boyacá Grande se construye de la mano con las comunidades organizadas.



Comparte en Facebook



Escribe un comentario

Publicidad
Publicidad

Síguenos en Redes


Lo más destacado