Producir para dar felicidad
Boyacá
miércoles 04 de enero de 2023
William Fernando Parra
Wilson Hernán García Molina es un economista convencido de que se puede compartir la felicidad desde cualquier trabajo, mientras se haga con amor.
Wilson Hernán García Molina se graduó como economista en la UPTC de Tunja, tuvo la oportunidad de trabajar con entidades públicas y privadas destacándose por su cumplimiento y honradez. Sin embargo, nunca perdió su vínculo con el campo de Arcabuco, que lo vio nacer y crecer. El trabajo de oficina no le hizo perder su esencia campesina, por lo que con frecuencia se le veía en la vereda Quirbaquirá, visitando y acompañando a sus padres, apoyándolos en sus labores y conjugando el trabajo de un escritorio con el del azadón.
Cuando las cosas se pusieron difíciles en la ciudad, el campo lo recibió con el amor de un buen padre por sus hijos y allí no dejó perder lo aprendido en la universidad, sino que lo aplicó para dar inicio, junto con un primo, a un emprendimiento con el que puede llevar una vida digna y feliz. Ahora producen huevos de excelente calidad en un pequeño galpón que esperan ver crecer, gracias al esfuerzo y a la buena presentación de su producto.
En cuanto a la adquisición de conocimiento, este no se detiene. Él sabe que debe seguir aprendiendo si quiere que el negocio crezca, por lo que su celular se ha convertido en su salón de clases, donde descarga tutoriales y consulta documentos que le permitan mejorar los estándares de producción.
Encontrarse con él, es tener la oportunidad de una charla amena. La cual no se termina sin haber aprendido algo nuevo o sin haber compartido un poco de la felicidad que produce el trabajo bien hecho de alguien que no se compara con nadie, sino que busca mejorar con cada oportunidad que le da la vida.
La vida de este boyacense, como la de muchos otros que no conocemos, nos deja ver la importancia de apoyar a los productores y de brindarles la oportunidad de formarse, sin que esto signifique el abandono del campo o el menosprecio por lo que significa ser campesino, ya que en el campo está la comida y en la comida, gran parte de la felicidad.
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