Los bosques de todo el mundo están en situación de riesgo: mejores decisiones y mejores bosques.


Mundo
sábado 17 de octubre de 2020

FAO


Tener información sobre los bosques puede concienciarnos sobre lo que está en juego y ayudarnos a reducir la deforestación y mejorar la ordenación forestal.


Los bosques pueden ser una fuente sostenible de madera si se gestionan con cuidado. Para ello, se necesitan datos sobre la superficie forestal, las especies y su crecimiento y rendimiento.

Todos sabemos que, para tomar buenas decisiones, necesitamos buenos datos. Esto queda patente en nuestro día a día. ¿Cómo podemos elegir qué ponernos por la mañana sin saber si lloverá o no? ¿Cómo encontraríamos el camino al trabajo sin un mapa? ¿Por qué iríamos a comprar si no supiéramos que el frigorífico está vacío?

Para tomar decisiones, necesitamos información, sobre todo cuando intentamos resolver problemas complejos. Los bosques albergan la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y nos proporcionan agua, medios de vida y alimentos. Sin embargo, la deforestación y la degradación de los bosques se siguen produciendo a un ritmo alarmante. La reducción de la deforestación y la gestión sostenible de los recursos forestales mundiales son algunos de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Como en las decisiones simples que tomamos a diario, necesitamos información para ser conscientes de lo que está en juego y para poder solucionar el problema. La FAO proporciona apoyo técnico e instrumentos innovadores a los países para ayudarles a recabar los datos que necesitan a fin de vigilar y proteger sus bosques.

A continuación, se exponen algunos de los logros importantes que demuestran que se pueden hacer progresos reales teniendo mejor información sobre los bosques:

Los datos obtenidos de la vigilancia forestal han permitido a los países reducir la deforestación y mejorar la gestión de los bosques.

El Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales del Brasil ha venido estudiando la deforestación en la vasta superficie del Amazonas desde la década de 1980. A principios de los años 2000, cuando los datos mostraron que la deforestación había alcanzado el grado de crisis, la sociedad civil, tanto en el Brasil como en el resto del mundo, se indignó. El Gobierno actuó con determinación y en los años siguientes se sucedieron una reforma jurídica, un cambio en la aplicación de las leyes, nuevos incentivos fiscales, la creación de nuevas zonas protegidas y la adopción de medidas innovadoras de colaboración con el sector privado. En el proceso de toma de decisiones de varias de estas actividades se utilizan directamente datos de vigilancia forestal del Brasil. Entre 2005 y 2014, los índices de deforestación se desplomaron alrededor del 70 %.

Viet Nam también transformó su sector forestal al adoptar una economía basada en el mercado. La cubierta forestal del país había venido disminuyendo durante decenios, pero a principios de la década de 1990, Viet Nam decidió introducir un sistema de explotación maderera más cuidadoso y estableció cuotas a partir de los resultados del inventario forestal. Desde entonces, la FAO ha prestado apoyo a la elaboración de inventarios forestales en Viet Nam a través de una serie de programas de asistencia técnica. Asimismo, Viet Nam puso en marcha extensos programas de plantación de árboles, utilizando las mismas capacidades técnicas que se empleaban en la elaboración de los inventarios forestales, para determinar los sitios de plantación y dar seguimiento a los progresos realizados. La pérdida neta de bosques se ha detenido y la superficie forestal de Viet Nam ha ido en aumento desde entonces.


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